14.12.23

Casas de baño: Picadillo

Vista xeral de Ribadeo 1966


Trapero Pardo no diario "El Progreso" de 12 de xullo de 1966 escribía un amplo artigo sobre "El veraneo de nuestros abuelos", este era o título e nel debulla todas as alternativas polas que se podía optar antigamente na época estival. Noutra entrada faremos unha recensión do mesmo, paga a pena.
Hoxe paramos nun parágrafo do citado traballo xornalístico, que nos chamou a atención e sobre que fomos tirando información para entender ao que se refería o bo de Trapero.
Falando dos baños quentes escribía: 
"Esos  se tomaban en A Coruña, en Ribadeo y en Foz. Agua de mar, con algas y todo. Unas veces en Casas de baño autorizadas. Otras en las casa, en los "baños de salar"
Baño para salgar e gardar a carne de cocho


Baños de salar? Estamos falando dos baños de salgar a carne da matanza dos porcos; dependendo dos lugares do maseiro ou mesmo da maseira.
Custaba crer o que de certo liamos pero seguro que o cronista de Lugo tiña información de primeira man.
Agora damos, grazas ao blog Crónicas de Arteixo, cunha publicación que permite tirar luz sobre estes baños quentes alternativos aos balnearios ou Casas de baño con licenza.

Portada de 12 de xullo de 1918

No xornal coruñés "El Orzán" de 12 de xullo de 1918 o famoso Picadillo, Manuel María Puga ( gastrónomo, escritor, xornalista, político...) escribe un artigo que baixo  o título "Veraneo pintoresco: El balneario de las Cobadas" (sic) no que, entre outras cousas que iremos publicando en posteriores entradas, fala desta Casa de baños das Covadas que á sombra do balneario de Arteixo, dá servizo a xente humilde de aldea que non pode hospedarse no citado balneario. ( Non sabemos se catalinas pero si bañistas labregos dos que falamos neste blog) 
Pazo das Covadas na actualidade
Lemos co humor característico do autor de "La cocina práctica" :  
"Lo que no conocéis, seguramente, son otros balnearios aldeanos que tienen por regla general su asiento en los lugares próximos a las playas. Aquí, a media legua de distancia aproximadamente del Pazo de Anzobre, existen tres o cuatro de estas instalaciones. Habré de describiros una y como esta son todas las demás. 
As Covadas, que así se llama el balneario de mi historia, sienta sus reales en la parroquia de San Pedro de Sorrizo, a unas docenas de metros de la playa que lleva su nombre. El dueño del establecimiento balneario es un labrador y vecino de la referida parroquia. 
La casa donde habita, que es una casa de labranza, se transforma como por encanto en cuanto llega el mes de Julio. Un carpintero del país ha hecho de pino media docena de cajones semejantes a la mitad de una caja de muerto, que llegado el caso se han distribuido en el sobrado, en la cuadra, en la bodega del hórreo y en el cuarto del alpendre.
Viene el “manciñeiro” y le receta a un cristiano o cristiana baños calientes. Sale el bañista de su casa armado de cesta en la cual van patatas, habas, alguna carne de cerdo, unto y huevos, y un chisme, pota o tartera, para condimentar todo esto.
Llega al balneario, toma su habitación que le cuesta un real; por dos reales más, el propietario del establecimiento le media de agua del mar caliente uno de aquellos ataúdes; allí se sumerge el bañista hasta que le parece bien y una vez seco y vestido requiere de la cesta lo necesario para condimentar su comida. A los siete baños justos se acaba la temporada. Se friega la olla en debida forma, vuelve a la cesta con las vituallas sobrantes, y abonados los veintiún reales de gasto, vuelve el bañista para su casa con la consigna de no salir al sol sin paraguas ni andar al relente, pues podría cortarse la dieta. Excusado es decir que el agua, mientras no se enfría, va sirviendo para los diferentes clientes del balneario, pues aunque en el mar la hay abundante, cuesta trabajo acarrearla en el bocoy y cuesta dinero el calentarla por los precios que tiene la leña. 
El balneario de As Covadas goza de una gran fama y a juzgar por las gentes que a él concurren, debe ser de los mejores de su clase. Pero sea como quiera, las gentes hoy no se bañan porque no les da la gana, porque con veintiún reales y una cesta medianamente repleta puede uno darse el postín de pasar en un balneario parte de la temporada veraniega".
 
O autor do artigo: o famoso Picadillo

As fotografías
Ribadeo: colección particular
Baño para salgar: Todo colección
Portada "El Orzán" : Galiciana
Pazo das Covadas : LaVoz de Galicia
Picadillo: Wikipedia

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